MENSAJE DE RECTORÍA A LAS FAMILIAS ORLANDISTAS
MENSAJE DE RECTORÍA A LAS FAMILIAS ORLANDISTAS
Grandes
retos vienen para el mundo con su hoy comprobado carácter de perturbable, muchas
oportunidades para mostrar con resiliencia lo capaces que somos de reconstruir
con los aprendizajes que tenemos desde las oportunidades que vivimos. La naturaleza,
aunque devastada, nos llama a no sucumbirnos en la desolación, más bien nos
invita a considerar posibilidades creativas que eludan la rutinización y que
nos abran los espectros de lo vital e importante en la vida por encima de lo
mediático y superfluo. No somos inmunes, la crisis por un virus que afecta a la
humanidad deja al descubierto lo básicos, pequeños, indefensos y vulnerables
que somos sin distingos de clase. No hay vanidades que perduren, por eso el
llamado de la madre tierra es a no dejarnos absorber por lo material y ser
sensibles ante el grito de auxilio de nuestro planeta enfermo.
Como
Institución Educativa, en el Colegio Orlando Higuita Rojas entendemos que las
crisis son oportunidades para saber reconocer y distinguir lo que es realmente
importante, lo que verdaderamente vale la pena conservar como lo es nuestra
familia para redireccionar nuestras vidas y reorganizar hábitos, el reto es a
ser valientes y resilientes. Se parte nuestra historia, y está comprobado que
necesitamos de los otros, cada persona tiene un infinito e irremplazable valor,
nadie puede solo, nos corresponde hacer alardes de corresponsabilidad y paciencia
a través de gestos solidarios, nos duele el planeta y la cura solo está en
acciones responsables y perennes que propendan por un entendimiento real de lo
que significa un territorio de paz.
Con
seguridad cada quien tiene un recuerdo y un aprendizaje, añoramos declararnos
victoriosos, y eso no solamente significa dejar atrás la emergencia y recordar
los sinsabores de la pandemia como coyuntura excepcional, sino redireccionar el
rumbo de nuestras vidas y recobrar los valores que dan sentido a la existencia
humana. No negamos que están presentes los temores, lo que podemos hacer es aprovecharlos
para construir sobre ellos y convertir en algo bueno todo lo que hoy nos queda.
Animémonos a asumir el reto que viene, lo que implica que tras esta dura
lección hagamos uso de recursos creativos e innovadores para asumir la vida con
inteligencia emocional.
Una
sonrisa esperanzadora nos dará fuerza, y ésta nos ayudará a conseguir la
victoria.
IBETH YAMILE RODRÍGUEZ ANGARITA
Rectora
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